Conoce tu tipo de piel

Test para Conocer tu Tipo de Piel

Responde a las siguientes preguntas para determinar qué tipo de piel tienes:

1. ¿Cómo se siente tu piel después de lavarla?
– a) Seca y tirante
– b) Suave y fresca
– c) Grasosa y brillante
– d) Normal, sin cambios

2. ¿Tienes problemas de acné o puntos negros?
– a) Sí, con frecuencia
– b) A veces
– c) Rara vez
– d) Nunca

3. ¿Cómo reacciona tu piel al sol?
– a) Se quema fácilmente
– b) Se broncea con facilidad
– c) Se vuelve grasosa y brillante
– d) No tengo problemas con el sol

4. ¿Tienes poros dilatados en la nariz y la frente?
– a) Sí, muy visibles
– b) Un poco visibles
– c) No muy visibles
– d) No tengo poros dilatados

5. ¿Cómo describes la textura de tu piel?
– a) Seca y áspera
– b) Suave y lisa
– c) Grasosa y brillante
– d) Normal, sin cambios

Puntuación

– Para cada pregunta, asigna los siguientes puntos:
– a) 1 punto
– b) 2 puntos
– c) 3 puntos
– d) 4 puntos
– Suma los puntos de todas las preguntas y obtén tu puntuación total.

Interpretación de los Resultados

– Puntuación total de 15-20 puntos: Piel seca
– Características: seca, tirante, áspera, propensa a la irritación.
– Cuidados recomendados: hidratación intensiva, evitar productos que contengan alcohol o fragancias.
– Puntuación total de 21-25 puntos: Piel normal
– Características: suave, fresca, equilibrada, sin problemas graves.
– Cuidados recomendados: mantenimiento regular, protección solar, hidratación moderada.
– Puntuación total de 26-30 puntos: Piel mixta
– Características: grasosa en la zona T (frente, nariz y barbilla), normal o seca en otras áreas.
– Cuidados recomendados: control de la grasa, hidratación en áreas secas, protección solar.
– Puntuación total de 31-35 puntos: Piel grasa
– Características: grasosa, brillante, propensa a la aparición de poros dilatados y acné.
– Cuidados recomendados: control de la grasa, limpieza profunda, protección solar.

*Recuerda*

– Este test no es una evaluación médica definitiva.
– La piel puede cambiar con el tiempo, así que es importante reevaluar tu tipo de piel periódicamente.
– Consulta con un dermatólogo si tienes alguna inquietud o problema de piel grave.